domingo, 20 de enero de 2013

¿Y AHORA QUÉ?


Había una vez una mujer que ansiaba ser libre, que se sentía independiente, autosuficiente y feliz, que no quería ataduras.
Esa mujer se sabía inteligente, capaz de hacer cualquier cosa, válida para llevar adelante cualquier reto. Era fuerte y poderosa, no necesitaba nadie a su lado, creía que ese alguien le podría cortar las alas.
Tenía un temor: temía enamorarse, dejarlo todo por alguien, dejarse llevar. Temía abandonarse al amor, y despertarse un día y ver que sus sueños se habían esfumado, que los había abandonado por alguien que no merecía la pena.
Y se negó a enamorase.. Se cerró en banda a las ilusiones, los espejismos, del amor. Siguió con su vida independiente y fabulosa. Se centró en todo lo demás y fue feliz durante mucho tiempo.
Pero un día sucedió lo inesperado. Se despertó y se sintió mal. Se dio cuenta de que necesitaba a alguien a su lado, que lo quería era otra cosa, que lo que ansiaba era enamorarse.
Lo malo es que ya era demasiado tarde.