jueves, 22 de noviembre de 2018

La vida sigue

Hace cuatro años llovía. Hace cuatro años pensé que se acababa el mundo, que todo se pararía, que no había nada más….
Hace cuatro años perdí a la mujer más importante de mi vida, a la persona que más me quiso y que más me querrá.
Perder a una madre parece el fin del mundo, pero no lo es. El mundo, inexplicablemente, no se para. Todo sigue girando, todo sigue adelante, la vida sigue…
Y nos envuelve. Y seguimos adelante, a pesar del dolor. Y de la oscuridad volvemos a la luz, y de la muerte volvemos a la vida, y del llanto volvemos a la alegría. Y la vida sigue.
Y aunque nada vuelve a ser lo mismo, seguimos yendo a trabajar, saliendo a cenar, amando, odiando… Y la vida sigue.
Y hoy, cuatro años más tarde, volvemos a aquel momento en que nuestro corazón se paró.
Pero la vida sigue, y tenemos que dejar que lo haga.

jueves, 24 de marzo de 2016

¿A QUÉ NIVEL ME DICES QUE ESTÁS?

Ya sé que hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí. Ni he tenido tiempo, ni he estado de ánimos. Han pasado cosas muy duras, y el resto, trabajo.
Pero hoy, que ya estoy un poco mejor, y además de vacaciones, vengo a hablar de las etiquetas con las que alguna gente nos clasifica. Supongo que me habrán etiquetado de mil maneras: yo soy, para algunos, la tibia, para otros la reservada, para algunos, la simpática, para otros, una antipática de libro... Y para alguien que me conozco, estos días soy la cabrona que la quiere poner en su lugar, sí, en el nivel que le corresponde.
Hay personas que no saben ser personas, hay gente que no sabe estar, hay gente que no sabe ser. 
Y hay gente a la que le gusta el poder, le gusta mandar, pero no sabe. Tiene tantas carencias que no es capaz de empatizar con nadie. En realidad esa gente es lo opuesto a un líder. En realidad genera un rechazo absoluto que achaca a que el mundo está en su contra. 
No es cierto que cualquiera pueda ejercer ciertos puestos de poder. No es cierto que cualquiera pueda hacerlo, porque hay gente que no sabría ejercerlos nunca, porque para mandar hay que saber, porque el subordinado no debe sentirse por debajo, sino parte del equipo. 
Pero algún "jefecillo" o "jefecilla", que no sabe ejercer su mínimo espacio de poder, permanentemente les recuerda que están por debajo, porque considera que es superior al otro. 
Por eso este tipo de personas nunca llegará arriba. Porque no saben. Porque son ineptos. Y porque además saben que lo son.  Y eso los vuelve locos, y se hacen más soberbios... 
Su problema es que saben que nunca estarán en la cima.
Y eso no les deja vivir.

miércoles, 19 de marzo de 2014

PUNTO FINAL

Se acabó. Sí, se acabó, señores, no me da la gana de que esto siga. Se acabó, y ya no tiene ninguna importancia.
A partir de ahora ya no habrá quejas ni reproches, porque se acabó. Sin acritud, sin rencor, sin malas caras. Como se acaban las cosas entre gente civilizada. Sin gritos, sin pataleos, sin llantos. 
No tengo ganas de seguir con eso. He perdido las ganas. Ya no me hace gracia, ya no me río, ya no hay chispa. 
Ya no me gusta, no tengo mariposas en el estómago, ya no hay feeling, ya no hay interés.
Ya me da igual, y es lo peor que podría pasar.
Ya no me importa.
Ya soy feliz de otra manera.
Con otra persona.
En otro sitio.



miércoles, 1 de mayo de 2013

Mi lugar en el mundo


Últimamente están pasando cosas en mi vida. Unas son buenísimas, y otras no lo son tanto, pero lo más importante es que, por fin, estoy descubriendo cuál es mi lugar en el mundo.
Para eso he tenido que dejar a alguien por el camino.
Y he tenido que volver atrás, muy atrás, en mi vida, y encontrarme con unas amigas de la infancia que me han hecho recordar lo bueno de la vida, que es la amistad. Me ha encantado reencontrarme con ellas, y darme cuenta de que todo sigue igual, de que están ahí. Ahora no volverán a irse de mi lado, porque no se lo voy a permitir. Porque ahora que nos hemos reencontrado después de tantos años, estoy convencida de que vamos a seguir manteniendo el contacto para siempre.
Y ahora estoy empezando a saber cuál es mi lugar en el mundo. Estoy empezando a situarme por fin. Estoy empezando a descubrir, que a pesar de mis miedos y de lo insegura que soy, a pesar de que haya gente que siempre está dispuesta a pisarme, a decirme que no soy nadie, a menospreciarme delante de los demás, también hay gente que me aprecia.
Y pensaréis, ¿pisarte? ¿menospreciarte?
Sí, es verdad, últimamente hay gente que se empeña en hacerlo, medio en broma medio en serio, como quien no quiere la cosa, así entre jijis y jajas...
Pero gracias a estas personas también sé cual es mi lugar en el mundo. Y ahora paso a describirlo.
Sé que no soy la mejor en casi nada. Sé que no soy la más alta, ni la más guapa, ni la más inteligente, ni la más simpática, ni la más cool, ni la más estilosa, ni la más elegante...
Pero ahora sí sé lo que soy. Soy maja, empatizo bastante bien, soy lista, soy seria y responsable, soy graciosa, soy comprometida y soy leal.
Y ahí es donde entra el huequecito que me estoy haciendo en el mundo.
Mi lugar en el mundo está situado en medio de la gente. Hay gente de todo tipo, gente alta, gente baja, gente guapa, gente corriente, gilipollas, alguno que se quiere hacer el gracioso a mi costa, alguno que de verdad es gracioso, gente buena, buena gente, los que pasan desapercibidos, los que llaman la atención a todas horas... Bueno, que hay de todo. Pero yo me estoy abriendo el hueco entre la gente que me quiere, la que me aprecia, la que me hace reír, la que valora lo que hago, la que me apoya, la que no me machaca, la que sabe lo que valgo, la que me hace sentirme un poquito más segura de mí misma. En definitiva, mi lugar en el mundo es un rincón cómodo donde están los míos.
Y a los demás que les vayan dando. Quien no me aprecia no me tiene. Quien no me valora no se merece mi esfuerzo.
Me gusta mi lugar en el mundo y la gente que está en él, creo que me voy a instalar aquí definitivamente.


domingo, 20 de enero de 2013

¿Y AHORA QUÉ?


Había una vez una mujer que ansiaba ser libre, que se sentía independiente, autosuficiente y feliz, que no quería ataduras.
Esa mujer se sabía inteligente, capaz de hacer cualquier cosa, válida para llevar adelante cualquier reto. Era fuerte y poderosa, no necesitaba nadie a su lado, creía que ese alguien le podría cortar las alas.
Tenía un temor: temía enamorarse, dejarlo todo por alguien, dejarse llevar. Temía abandonarse al amor, y despertarse un día y ver que sus sueños se habían esfumado, que los había abandonado por alguien que no merecía la pena.
Y se negó a enamorase.. Se cerró en banda a las ilusiones, los espejismos, del amor. Siguió con su vida independiente y fabulosa. Se centró en todo lo demás y fue feliz durante mucho tiempo.
Pero un día sucedió lo inesperado. Se despertó y se sintió mal. Se dio cuenta de que necesitaba a alguien a su lado, que lo quería era otra cosa, que lo que ansiaba era enamorarse.
Lo malo es que ya era demasiado tarde.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Escenas


El jueves pasado por la tarde alguien me montó una escenita en un bar. Y al final del exabrupto se levantó y me dejó con la palabra en la boca y encima me pagó la caña. Pues ya ves, pensé yo, escenitas a mí.
Y desde entonces no he querido saber nada más de esa persona, ya sé, ya sé, son años de relación, pero no me gusta que nadie, nadie, me deje con la palabra en la boca, y mucho menos que me monte una escena. Seguramente nadie se dio cuenta en el bar de lo que estaba pasando, y probablemente esa persona tiene algo de razón, pero para mí la perdió en el momento en que no supo escuchar mi argumento y se largó.
Me dan mucha vergüenza las muestras de sentimientos en público, de cualquier tipo de sentimientos, soy muy pudorosa con todo eso, y la ira es también un sentimiento que no puedo mostrar. Por eso, cuando se marchó, me encendí un cigarro tranquilamente, me lo fumé, acabé mi caña, y luego me levanté y me fui. Estaba furiosa, pero por nada del mundo lo mostraría en público, y lo que es más, esa persona nunca lo sabrá, porque ha sido eliminada de mi vida de golpe.
No soporto la falta de autocontrol, y sobre todo, no soporto que nadie me deje con la palabra en la boca. No creo que haya nada que no se pueda hablar, ni puntos de vista que en algún momento no se puedan acercar. Creo en el diálogo, y aunque algo no tenga solución, por lo menos creo siempre en una forma civilizada de terminar las cosas.
Ya ves, escenitas a mí, pues tú te lo has ganado, chato.

domingo, 11 de noviembre de 2012

PROMOCIÓN DEL 87


Ayer, creo, se ¿celebró? la cena conmemorativa de mi promoción de bachillerato. Hace 25 años ¿ya? que terminé mis estudios de bachillerato y comencé mis estudios universitarios.
Por supuesto, yo no acudí a esa celebración, aunque tendría quizás muchos más motivos para celebrarlo que muchos de mis ex-compañeros, puesto que yo estaba deseando salir de aquel colegio de monjas en el que cursé mis años de BUP y COU.
No acudí porque, salvando raras y honrosas excepciones, no he tenido nunca, ni creo que vuelva a tener jamás, ninguna intención de reunirme con aquellos compañeros de aulas.
No acudí aunque esas honrosas y raras excepciones me avisaron de que se iba a celebrar semejante evento. Por cierto, ellas tampoco acudieron.
No acudí, aunque supongo que tampoco me echarían de menos. Supongo que se reunirían los de siempre: Cuca, Cachi, Cuchi, Felli, Maka... Espero que Churri no, me decepcionaría, porque era uno de los que se salvaba... Los que se marcharon a estudiar derecho y empresariales. No sé si el presentador de televisión al que ya no veo en televisión (no es una maldad, es que no veo la televisión) acudió o no al evento, aunque me imagino que harían todo lo posible para que así fuera, siempre viste mucho una celebración el hecho de que un famoso se pase por allí...
Bueno, pues yo, que soy de las de darme de comer aparte, pensé que no me encontraría en mi salsa, porque ni tengo nombre de pequinés, ni he estudiado Derecho o Empresas, o, como algunos, ICADE.
Otra cosa diferente es lo de la cena que algún día celebraremos las niñas del cole de EGB. Ahí no había nombres de pequinés, las niñas éramos todas iguales, y no había distinciones, nos conocíamos por el nombre y primer apellido. Por cierto, va a hacer 30 años que no veo a muchas de ellas, y sí, a éstas sí me apetece verlas...
Aunque la cena de bachillerato tiene su jugo, y a veces pienso que debería haber ido, porque tendría historias e historias para contar... Pero no me compensa un par de horas de pasarlo mal, escuchando chafardeos y poniendo cara de qué bien que te veo, después de tantos años... a gente que veo diariamente por la calle y no saludo...
A lo mejor debí ir, pero creo que soy un poco oveja negra, y no me cae bien la gente con nombre de pequinés...

sábado, 20 de octubre de 2012

THE WHOLE OF THE MOON


Escuchar ciertas canciones me sirve muchas veces para recordar ciertos momentos de mi vida, épocas pasadas que a veces me gusta recordar, y otras veces no tanto.
Hoy he escuchado un par de canciones que me traen muy buenos recuerdos, y que me traen a gente de vuelta que hace mucho tiempo que no está en mi vida.
“Losing my religion” de REM, me trae a la mente las noches de mi época universitaria, en el Tarasca, aquellas largas noches de juerga y alcohol que nunca volveré a disfrutar, porque ya no soy aquella estudiante veinteañera, y no volveré a serlo más.
Y “The Whole of the Moon” de Waterboys me lleva también a aquella época universitaria, y, en concreto, me devuelve la mirada de la persona más especial de mi vida en aquellos años, Manu, mi compañero de facultad y de juergas, de salidas y de noches de estudio, mi pareja de mus y mi taxista motorizado de las noches de vuelta a casa, mi compañero de baile.
No puedo nunca evocar mis años de estudiante sin él. Para mí la universidad fue él, la facultad fue él. Él fue la Literatura Inglesa y la Norteamericana. Mis apuntes eran suyos, sus trabajos míos, sus días mis días y los dos hacíamos un equipo fantástico. Con él estudié a Joyce, a Faulkner, leí por primera vez “The Wheel” de Yeats:

THROUGH winter-time we call on spring,
And through the spring on summer call,
And when abounding hedges ring
Declare that winter's best of all;
And after that there's nothing good
Because the spring-time has not come -
Nor know that what disturbs our blood
Is but its longing for the tomb.

Con él viajé a Holanda y a Dublín, aprendí latín, bailé salsa a altas horas de la madrugada, fui a conciertos al Crechas, vi por primera vez “Agenda Oculta”, descubrí a Ken Loach, fumé tabaco de liar, jugué al mus durante horas, hablé, hablé, hablé...
En aquel momento él llegó a ser todos mis días, y yo le admiraba como no creo que vuelva a admirar a nadie nunca. Era (y supongo que seguirá siendo) el hombre más inteligente que conozco, el alma más pura, el mejor amigo.
Y hace cien años que no lo veo.
La última vez que le vi estaba tocando el violín en Platerías. Tomamos algo juntos y parecía que no había pasado el tiempo. Los dos tuvimos de nuevo 21 años, y todo seguía igual...
No sé qué será de él. Supongo que seguirá con su violín en cualquier plaza. Siempre que voy a Santiago y oigo un violín espero que sea él, pero nunca lo es. Me imagino que seguirá igual que siempre, seguirá siendo aquel espíritu libre que yo conocí, el hombre más inteligente.
Supongo que siempre será así, él en su mundo y yo en el mío, y es difícil que nos volvamos a cruzar. Pero siempre que escucho “The Whole of the Moon” le recuerdo, porque, como entonces, yo seguiré imaginando el arco iris y él lo tendrá en sus manos. Y a pesar de los años, siempre le echaré de menos...

miércoles, 8 de agosto de 2012

DE TODO UN POCO

Esto de estar de vacaciones da para todo: para relajarse, ir a la playa, leer, escuchar música, ver películas, salir de copas... y también para pararse a pensar, reflexionar un poco, cabrearse, estresarse...
Pues eso es lo que he estado haciendo últimamente: todo. Sí, a pesar de estar de vacaciones he estado bastante ocupada.
Aunque he intentado mantenerme lejos de periódicos, noticias, informaciones sobre política, economía, etc., me ha sido completamente imposible. Y es que este mundo informatizado no nos deja descansar un momento, y los tweets, blogs, y actualizaciones de estado de Facebook llegan al instante, y uno no puede abstraerse de lo que está pasando en el mundo.
Y así he descubierto el carácter de algunos de mis amigos en Facebook y de algunas de las personas a las que sigo en Twitter.
Algunos, a pesar de la que está cayendo, intentan llevar todo con humor, y sacan punta a todo lo que está sucediendo. A esa gente da gusto seguirla, porque siempre tienen un toque sarcástico, y su ironía hace ver las cosas un poco desde otra perspectiva.
Otra gente intenta evitar el tema todo lo posible. En cierto modo, eso es lo que he hecho yo. No se puede estar cabreado todo el tiempo, no se puede estar permanentemente pendiente de todo lo que sucede. No es sano.
Luego, hay un tercer grupo, el que arremete contra todo. El caso es ponerlo todo negro, más de lo que está, si es posible. 
Este grupo pretende hacernos ver lo que ya vemos. Creen que la gente no se da cuenta de lo que pasa, y arengan a las masas las 24 horas del día. Está muy bien informar, por supuesto, pero no todo es política en la vida. Y no, lo siento, yo no puedo soportar la presión todo el tiempo. Yo necesito ver otras cosas, hacer otras cosas, pensar en otras cosas. Y por eso he dejado de seguirlos.
No es que yo sea muy optimista, y ellos unos pesimistas. Creo que la situación que vivimos es muy difícil, e incluso puede llegar a serlo más. Pero no puedo cargar con ese peso todo el tiempo... Y, además, no me gusta la demagogia. Creo que nosotros tenemos la solución, pero perdemos el tiempo escribiendo en la red, y no en solucionar las cosas. Si hay que moverse, menos ruido y más nueces, que las palabras se las lleva el viento.
Pues eso, un poco más de humor, un poco menos de moralinas, y el que quiera soluciones, que empiece a hacer algo. Es facilísimo. Seguro que en tu barrio hay alguien que necesita ayuda. Pero eso requiere tiempo y dinero. Dar parte de lo nuestro es difícil. Es más fácil que lo hagan los demás mientras estamos sentados escribiendo obviedades en el teclado de un ordenador. Y así, señores, no se solucionan las cosas.

lunes, 21 de mayo de 2012

HOMENAJE

Hoy no voy a escribir mucho, simplemente os dejo el link a un vídeo que he visto en YouTube, que creo que merece la pena, y que quiero que veáis.
¿A que vosotros también tuvisteis un profesor que os enseñó algo importante?
http://youtu.be/l8WKbDf6y64.
Hasta otro momento.
Que lo disfrutéis.

domingo, 20 de mayo de 2012

OTRA VEZ AQUÍ

Pues sí que hacía tiempo que no me pasaba por el blog, sí, de hecho, ya casi me había olvidado de que tenía uno, pero hoy he entrado en un grupo de lectura al que pertenezco en Facebook, y me he encontrado que la gente estaba poniendo sus blogs para que los demás entraran a leerlos, y me he dicho: Anda, el blog....
Y aquí estoy de nuevo, blogueando, y no he escrito mucho últimamente, porque he estado viviendo, que también es importante...
No es que tenga mucho que contar, ni que esté escribiendo por algo en particular, y esta vez no voy a contar una historia, ni a criticar a nadie... Simplemente me acordé de esto, y como hay gente, poca, pero alguna, que me lee, pues he pensado: Voy a  saludar a estos chicos, que hace mucho que no me paso.
Y no es que no me acuerde de vosotros de vez en cuando, es que no he tenido mucho tiempo para pararme y escribir, pero ahora las cosas ya parecen estar un poco más tranquilas, y por eso creo que voy a  volver por aquí con alguna frecuencia. No me aventuro a decir con cuánta, porque sería una osadía de mi parte, teniendo en cuenta que ahora llegan los exámenes finales, y me voy a pasar media vida corrigiendo, pero intentaré pasarme por aquí alguno de estos días.
Un beso a tod@s.
Hasta pronto.

viernes, 30 de diciembre de 2011

RECAPITULANDO


Ahora que se acaba el año, parece que es el momento de hacer balance, y no voy a dejar que empiece el nuevo año sin haberme despedido debidamente del anterior, que lo cortés no quita lo valiente...
Me despido de este año con tristeza, porque en general ha sido un año fantástico. He disfrutado muchísimo de todo y me he encontrado con muchísimas alegrías por el camino...
Tengo que dar gracias por muchas cosas, y ya sé que este año no ha sido bueno para todo el mundo, pero para mí sí, y he de estar agradecida.
En primer lugar porque tengo una familia estupenda que se encuentra genial, y eso no tiene precio.
Luego por que tengo los mejores amigos del mundo, y siempre están a mi lado, pase lo que pase, y eso tampoco tiene precio.
También tengo que dar gracias por el fantástico trabajo que tengo, después de tantos años de esfuerzo, el resultado de estos últimos años ha merecido la pena.
Y con todo esto no me puedo quejar, ¿verdad? Pues eso, debo dar gracias.
Sí, es cierto que ha habido también algún momentillo de bajón, alguna decepción, algún tropezón, pero la verdad, no tienen ninguna importancia, no me han dado más lata que un momento y será que lo que pasa es por algo y tenía que pasar, y quien no está es porque no tenía que estar (a lo mejor nunca tuvo que estar y ese fue el error).
Bueno, pues gracias, año viejo por todo lo que me has dado, y espero que el nuevo año me traigo lo mismo, o mejor. Y ¿para vosotros? Por lo menos igual que para mí. ¿Qué os parece? Feliz Año Nuevo.

martes, 1 de noviembre de 2011

ME GUSTA


Me gusta la vida, creo que es una oportunidad maravillosa que se nos da para hacer algo, y  hay que exprimir todos los instantes, todas las sensaciones, todos los sentimientos, por eso intento que nada ni nadie me nuble los días, y no doy muchas oportunidades de aguarme fiestas.
Me gusta ser profesora, disfruto con los chavales, a veces es difícil, pero en general me gusta.
Me gusta haber madurado, ser joven es estupendo, pero un puntito de madurez también es genial, da esa estabilidad que le falta a la juventud.
Me gusta disfrutar del sol, esos días de playa en soledad, cuando se disfruta plenamente de la naturaleza, sin tener que conversar sobre tonterías, y centrándome en mis sensaciones.
Me gusta estar de vacaciones, porque hago lo que me da la gana cuando me viene en gana, porque no tengo obligaciones con nadie, porque sólo me debo a mí misma.
Me gusta la lluvia tras la ventana las tardes de domingo, mientras veo una peli bajo una manta.
Me gusta la gente.
Me gusta la gente que alegra la vida, esa que no se está siempre quejando, la que no cotillea, la que disfruta de cada momento, la que sonríe, la gente que no hace las cosas con segundas intenciones, la que es feliz porque sí…
Me gusta disfrutar de mi sobrina, jugar con ella, tirarme al suelo, perder la vergüenza y hacer locuras.
Me gusta el amor, estar enamorada y ser amada.
Me gusta leer, oír música, ver documentales, me gusta cenar con los amigos y prolongar la sobremesa hasta las tantas. Me gusta charlar, reírme, ser un poco mala a veces, conducir en verano.
Me gusta haber eliminado a gente de mi vida, porque ahora hay más cosas en mi vida que me gustan.
Me gusta conocer gente, y tratar de conocerme a mí misma.
Me gusta vivir.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

MI MEJOR AMIGO


El otro día mi mejor amigo, ese con el que no hay tonterías, ese al que no me hace falta contarle mis cosas porque ya las intuye, ese con el que una mirada es suficiente para entender lo que me quiere decir, ese que sabe lo que opino, lo que siento y cómo me encuentro sólo por cómo le hablo por teléfono, ese que sabe cuándo llamarme y cuándo dejarme sola, me dio un abrazo y me dijo que me quería mucho.
Y fue un momento importantísimo para mí, porque en todos los años que hace que somos amigos nunca nos hemos dicho que nos queremos, porque siempre hemos pensado que no es necesario, que nos queremos y es suficiente.
Y lo es, de verdad, pero a mí me ha chocado que un hombre tan poco dado a expresar sentimientos como él, se haya dejado llevar por el momento y me lo haya dicho abrazándome fuertemente.
Para mí es el más importante de mis amigos, tengo muchos amigos, pero ninguno como él, es aquel con el que me entiendo a la perfección, ninguno de los demás me entiende así, y nunca, nunca, hemos tenido un enfado. Jamás. Puede que no nos veamos en meses, o que coincidamos todos los días, pero nunca ha tenido una mala palabra conmigo, ni yo con él. Es la única persona en mi mundo con la que jamás he discutido…
Y reconozco que soy una mujer afortunada por tener un amigo como él, porque hay mucha gente que jamás tendrá a nadie así en su vida, y es una lástima, porque ese tipo de cariño no tiene medida, es generoso y no pide nada, y yo me siento tan afortunada que me gustaría decirle que yo también le quiero, y que pase lo que pase en nuestras vidas sé que siempre estará ahí y yo siempre estaré ahí, a pesar de todo y de todos…
Pero hay cosas que no soy capaz de decir, porque no encuentro las palabras adecuadas para expresarlo, y tampoco es necesario. Él lo sabe y yo lo sé. Y no hace falta nada ni nadie más.


lunes, 19 de septiembre de 2011

Feliz cumpleaños


Hoy es mi cumpleaños. Es estupendo, me encanta cumplir años. Hay gente que no los celebra, a quienes no les gusta echarse un año más encima. A mí me encanta, y me gusta celebrarlo por todo lo alto. Porque generalmente hay mucho que celebrar y mucha gente con la que hacerlo.
También sirve para hacer balance, y aunque no todo es bueno, los años al final traen las cosas por algo. Siempre hay alguna buena razón para que las cosas ocurran, y, aunque en el momento nos haga sufrir lo que está sucediendo, siempre nos enseña algo: a madurar, a prescindir de cosas, a olvidar a gente, a avanzar...
Y este año ha sido así. He aprendido mucho, he madurado, he sido muy feliz, a veces he estado triste, pero, en general, el balance es muy positivo...
Tengo un trabajo estupendo, unos amigos maravillosos, mi familia está bien... No podría quejarme de nada.
Sí, es cierto, he desechado a algunas personas de mi vida, pero la vida sigue, y, como dije antes, las cosas pasan porque tienen que pasar...
Pues lo dicho, que me siento genial, que mi vida es estupenda, que espero que los míos sigan así, que quiero a mis amigos, que mi trabajo es fantástico y que todo lo demás servirá en su momento para algo.
Empiezo este nuevo año de mi vida con el corazón más ligero, con alegría y pensando que este es el comienzo de algo estupendo. He descargado parte de mi vida, y me siento genial por ello, y lo veo todo de otro color. Soy un poco más sabia y un poco menos generosa con los demás, eso sí. Pero supongo que eso es la madurez...