miércoles, 8 de agosto de 2012

DE TODO UN POCO

Esto de estar de vacaciones da para todo: para relajarse, ir a la playa, leer, escuchar música, ver películas, salir de copas... y también para pararse a pensar, reflexionar un poco, cabrearse, estresarse...
Pues eso es lo que he estado haciendo últimamente: todo. Sí, a pesar de estar de vacaciones he estado bastante ocupada.
Aunque he intentado mantenerme lejos de periódicos, noticias, informaciones sobre política, economía, etc., me ha sido completamente imposible. Y es que este mundo informatizado no nos deja descansar un momento, y los tweets, blogs, y actualizaciones de estado de Facebook llegan al instante, y uno no puede abstraerse de lo que está pasando en el mundo.
Y así he descubierto el carácter de algunos de mis amigos en Facebook y de algunas de las personas a las que sigo en Twitter.
Algunos, a pesar de la que está cayendo, intentan llevar todo con humor, y sacan punta a todo lo que está sucediendo. A esa gente da gusto seguirla, porque siempre tienen un toque sarcástico, y su ironía hace ver las cosas un poco desde otra perspectiva.
Otra gente intenta evitar el tema todo lo posible. En cierto modo, eso es lo que he hecho yo. No se puede estar cabreado todo el tiempo, no se puede estar permanentemente pendiente de todo lo que sucede. No es sano.
Luego, hay un tercer grupo, el que arremete contra todo. El caso es ponerlo todo negro, más de lo que está, si es posible. 
Este grupo pretende hacernos ver lo que ya vemos. Creen que la gente no se da cuenta de lo que pasa, y arengan a las masas las 24 horas del día. Está muy bien informar, por supuesto, pero no todo es política en la vida. Y no, lo siento, yo no puedo soportar la presión todo el tiempo. Yo necesito ver otras cosas, hacer otras cosas, pensar en otras cosas. Y por eso he dejado de seguirlos.
No es que yo sea muy optimista, y ellos unos pesimistas. Creo que la situación que vivimos es muy difícil, e incluso puede llegar a serlo más. Pero no puedo cargar con ese peso todo el tiempo... Y, además, no me gusta la demagogia. Creo que nosotros tenemos la solución, pero perdemos el tiempo escribiendo en la red, y no en solucionar las cosas. Si hay que moverse, menos ruido y más nueces, que las palabras se las lleva el viento.
Pues eso, un poco más de humor, un poco menos de moralinas, y el que quiera soluciones, que empiece a hacer algo. Es facilísimo. Seguro que en tu barrio hay alguien que necesita ayuda. Pero eso requiere tiempo y dinero. Dar parte de lo nuestro es difícil. Es más fácil que lo hagan los demás mientras estamos sentados escribiendo obviedades en el teclado de un ordenador. Y así, señores, no se solucionan las cosas.

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