Ahora que se acaba el
año, parece que es el momento de hacer balance, y no voy a dejar que
empiece el nuevo año sin haberme despedido debidamente del anterior,
que lo cortés no quita lo valiente...
Me despido de este año
con tristeza, porque en general ha sido un año fantástico. He
disfrutado muchísimo de todo y me he encontrado con muchísimas
alegrías por el camino...
Tengo que dar gracias por
muchas cosas, y ya sé que este año no ha sido bueno para todo el
mundo, pero para mí sí, y he de estar agradecida.
En primer lugar porque
tengo una familia estupenda que se encuentra genial, y eso no tiene
precio.
Luego por que tengo los
mejores amigos del mundo, y siempre están a mi lado, pase lo que
pase, y eso tampoco tiene precio.
También tengo que dar
gracias por el fantástico trabajo que tengo, después de tantos años
de esfuerzo, el resultado de estos últimos años ha merecido la
pena.
Y con todo esto no me
puedo quejar, ¿verdad? Pues eso, debo dar gracias.
Sí, es cierto que ha
habido también algún momentillo de bajón, alguna decepción, algún
tropezón, pero la verdad, no tienen ninguna importancia, no me han
dado más lata que un momento y será que lo que pasa es por algo y
tenía que pasar, y quien no está es porque no tenía que estar (a
lo mejor nunca tuvo que estar y ese fue el error).
Bueno, pues gracias, año
viejo por todo lo que me has dado, y espero que el nuevo año me
traigo lo mismo, o mejor. Y ¿para vosotros? Por lo menos igual que
para mí. ¿Qué os parece? Feliz Año Nuevo.