miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuestión de carácter


Conozco a la mujer con el peor carácter del mundo. Sí, la conozco. No puedo decir que se encuentre entre mis amigos, pero la conozco. Y tiene ese carácter porque no ha sabido crecer. Porque sigue anclada en sus quince años, porque le falta madurez, porque nadie nunca la ha puesto en su sitio y porque en realidad a nadie le importa cómo sea.
Y eso ella lo sabe, y por eso tiene el peor carácter del mundo. Porque sabe que no tiene solución, que su personalidad aparta a la gente de ella, pero no sabe cómo cambiar eso. No sabe cambiar porque le sobra soberbia. Y le falta seguridad en sí misma.
Está llena de complejos, y por eso es la persona con peor carácter del mundo. Y no sabe cómo solucionarlo, porque nadie nunca le ha dicho que es bonita, que tiene unos ojos preciosos. Y nadie se lo ha dicho nunca porque tiene el peor carácter del mundo. Y tiene el peor carácter del mundo porque nadie se lo ha dicho nunca…
Conozco a la mujer con peor carácter del mundo. Y con menos empatía de la historia de la humanidad. Afortunadamente no tengo que sufrirla todos los días, no podría soportarla. Pero, para su desgracia, lo único que me inspira es lástima. Siento una pena terrible por ella y por su amargura. Porque en el fondo, aunque le dé una rabia terrible, sé que sufre, y ese sufrimiento produce una profunda lástima.

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